APRENDIZAJE AUTÓNOMO
El
autoaprendizaje es la forma de aprender de manera individual y propia de cada individuo,
es decir, aprender por si mismo, mediante la búsqueda de la información y la
realización también individual de prácticas o experimentos.
El
autoaprendizaje es algo que el ser humano, los mamíferos y otros animales
poseen en sí mismos y se pone en evidencia cuando juegan. Jugar, aunque a veces
no se tiene presente, tiene la función principal de aprender nuevas habilidades
o mejorar las que ya se poseen. Muchas veces, el autoaprendizaje comienza
jugando, y pasado un tiempo se descubre que se ha aprendido mucho de este modo
y que no sólo sirve para pasárselo bien.
EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO SE
CARACTERIZA POR SER:
RESPONSABLE:
Demuestra compromiso y cumplimiento con sus deberes como aprendiz.
Demuestra compromiso y cumplimiento con sus deberes como aprendiz.
FLEXIBLE:
Permite que cada uno administre su tiempo y la ejecución de las tareas sin estar sometido un horario determinado.
Permite que cada uno administre su tiempo y la ejecución de las tareas sin estar sometido un horario determinado.
COLABORATIVO:
Interactúa con otras personas y fomenta el trabajo en equipo.
Interactúa con otras personas y fomenta el trabajo en equipo.
CREATIVO:
Busca solución a problemas relacionados con el aprendizaje.
Busca solución a problemas relacionados con el aprendizaje.
AUTOMOTIVADOR:
La motivación parte de cada uno, no del docente.
La motivación parte de cada uno, no del docente.
AUTODEPENDIENTE:
No necesita supervisión por parte del docente, se hace responsable de su deber y solo pide una asesoría básica en el tema.
No necesita supervisión por parte del docente, se hace responsable de su deber y solo pide una asesoría básica en el tema.
DESARROLLA
CAPACIDADES:
Busca y maneja la información, soluciona problemas y trabaja en equipo.
Busca y maneja la información, soluciona problemas y trabaja en equipo.
¿Qué
técnicas de estudio son realmente eficientes? No solo importa estudiar. La forma y los métodos que
utilizamos pueden marcar una gran diferencia.
Por ejemplo:
según un estudio realizado en Ken State University y liderado por John
Dunlosky, las técnicas de estudio más efectivas que podemos adoptar para
mejorar nuestro aprendizaje son dos:
Este estudio
también ha observado otras técnicas de estudio como:
La autointerrogación:
preguntarse a sí mismo por qué ocurre un suceso y tratar de explicarlo de la
forma más detallada posible. Mezcla de ejercicios: consiste en alternar
diferentes tipos de ejercicios y materias con el objetivo de mantener el
cerebro despierto y evitar el cansancio o la monotonía. Autoexplicación y
relación de conceptos: relacionar conceptos ya aprendidos con los nuevos,
creando así estructuras conceptuales más complejas pero a la vez más sólidas.
Rutina.
Adoptar una rutina de estudio y trabajo puede ser de gran utilidad. No en
cuanto a los métodos de trabajo y estudio (los cuales sí deben ser dinámicos),
sino en cuanto a los momentos previos y posteriores. Eso ayuda al cerebro a ir
adentrándose en la dinámica de trabajo de forma progresiva. Para comprobar
esto, hagan una sencilla prueba: intenten estudiar o trabajar desde la cama
recién levantados. Seguro que resultan menos productivos al final del día que
si siguen una rutina que les vaya sumergiendo en la dinámica de trabajo poco a
poco.
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